Los ejercicios no siempre ayudan a bajar de peso o a tener un cuerpo en forma.



Realizar ejercicios físicos de manera incorrecta puede ocasionar daños en la armonía corporal un ejemplo clásico es el síndrome de fisiculturista, caracterizado por unos enormes pectorales, brazos muy gruesos, cintura pequeña y piernas delgadas, en ocasiones el grosor de los brazos puede ser mucho más que el de las piernas. Otro ejemplo clásico es cuando el cuerpo femenino tiende a masculinizarse por exceso de carga de peso en los ejercicios, se pueden observar en los brazos femeninos tríceps y bíceps igual de desarrollados como los masculinos, de la misma manera los famosos cuadritos del abdomen también se generan, entre otros.

Sin duda  estos dos casos son contraproducentes para la armonía corporal en los dos géneros y se debe tener en cuenta que esta condición es irreversible ya que no existe tratamiento alguno en la actualidad que permita al cuerpo devolverse a su estado anterior.

Por esta razón es importante contar con la debida asesoría de un profesional de la materia antes y durante la etapa de ejercicios en un gimnasio, es muy importante seguir las rutinas de ejercicios al piel de la letra ya que cada cuerpo es diferente de los otros y cada uno requiere de rutinas especificas para cada área en particular.

Ahora bien sino cuentas con asesorías lo más recomendable es realizar ejercicios de trotes, caminatas, deportes como la natación, el ciclismo, escalar. Estos ejercicios y deportes son excelentes ya que mantienen y ayudan a conseguir una figura natural, la desventaja es que se requiere más tiempo pero son muy efectivos.



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